«Si crees que la aventura es peligrosa,   prueba la rutina , puede ser mortal»              (Paulo    Coelho)

Hace mucho tiempo tenía la idea equivoca que viajar sola era deprimente,  con quien compartiría mis experiencias?, con quien cenaría?, como pasaría mis días.

Si bien he viajado durante años por trabajo, debo  reconocer que no lo disfrutaba, me quedaba en el hotel extrañando a mi familia (BTW, estaba casada aún) y me limitaba solo a trabajar y a disfrutar alguna que otra cena con el equipo. Siempre recuerdo que viaje por años a Bogota y solo fue hasta hace 6 que regrese con un galán de la época que conocí otros lugares fuera de Andrés carne de res y  la zona T donde íbamos a cenar. Descubrí pasajes maravillosos, sitios hermosos que durante años tuve al alcance de mi mano y no sabía o por lo menos no quería ni pretendía tener el tiempo para disfrutar. (Nada más alejado de la realidad)

Me enamore de Monserrate, admire el arte de Botero, paseé en Transmilenio, respire aire puro en sus maravillosos parques, baile todo el vallenato que pude  y quede admirada en la Catedral de Sal en Zipaquirá a solo 1 hora de la ciudad, me quede con las ganas de volver a Colombia y seguir disfrutando de su gente.

Si bien ese viaje precisamente no lo hice sola aunque por momentos me sentía así, me hizo dar cuenta de las maravillas que siempre tuve cerca y no apreciaba, me cambio el chip y es así como mis posteriores viajes de trabajo decidí disfrutarlos un poco mas, al menos lo que se podía. Salía del encierro aunque sea a caminar por la ciudad y a conocer a su gente; es así como disfrute un poco de México, Chile, Ecuador,  Sao Paulo  y debo decir que poco a poco fue creciendo en mi la curiosidad  y el placer que da viajar.

Pero no fue hasta finales del 2015 que decidí dar el gran salto y embarcarme en una nueva aventura en busca de paz e inspiración,  el destino elegido ­­fue Tarapoto, un lugar mágico al que siempre había querido viajar y por una u otra razón no se había  podido concretar. Como siempre digo yo,  esas causalidades de la vida que uno no puede explicar me llevaron a decidir en un par de días, que ahí viviría mi primera gran aventura en solitario.

El 2015 había sido uno de esos años en los que se podría decir me sentía “estable” tenía un  novio, él no vivía aquí pero era una persona madura y parecía que estábamos conectados en la misma dirección, tenía un trabajo que amaba o  por lo menos me apasionaba eso estaba claro, acababa de mudarme, mis hijas estaban bien de salud y yo me sentía stresada pero plena #vayadescripcion , hasta que en Setiembre el destino decidió movernos el tapete y #Cataplum de repente me encontraba totalmente fuera de mi zona de confort.

Mi novio se esfumo (ahí x suerte no hubo tanto drama), me quede repentinamente sin trabajo , sin ese trabajo que me apasionaba y al que le había dado el 200% de mi esfuerzo y de mi tiempo. Además  estaba preocupada por uno de mis grande amores , mi princesa chiquita que por ese entonces no lo estaba pasando bien. Como se dice me llovió nuevamente sobre mojado y a días de mi cumpleaños (debo admitir que no fue la primera vez, había pasado algo  similar durante mi divorcio). Pero esta vez se encontró con una mujer diferente, no se si una mas fuerte pero por lo menos una más decidida a no darle tregua.  Tome aire, como siempre pensé que por algo suceden las cosas, tendría más  tiempo para dedicarle a mi princesa y ayudarla a superar esa etapa que le había tocado vivir. #todopasaporalgo

Tendría tiempo para replantearme las cosas, dedicarle tiempo a la casa, amigos y familia pero principalmente dedicarme tiempo a mi, que hace tiempo no lo hacía. Muchas veces nos dedicamos al trabajo, a los hijos, hasta a los amigos y perdemos el enfoque en nosotros mismos avanzamos por la vida autómatas y estas cosas nos hacen replantear las prioridades, hacer un balance. Es así como meses después y con las cosas en calma inicie está a  la que llamo mi primera gran aventura.

La verdad esa aventura resulto muy distinta a lo que siempre imagine,  si bien había ido en busca de inspiración encontré mucho mas que eso. Mis temores se desvanecieron, me encontraba como diría Alejandro Sanz con mi soledad y yo y no me sentía así, por el contrario me sentía tan llena de amor y paz que era difícil poder describir.

Me llene de la energía que da la naturaleza, me hice de una pareja de amigos, escribí un autobiográfico artículo #mipropiabusqueda , y como dicen que los viajes se viven 3 veces este no iba a hacer la diferencia, conocí bellos lugares y  tome mil fotos  dignas de postal una de ellas es la portada de este humilde blog, que inmortaliza toda la paz y tranquilidad que encontré en aquel lugar y me sigue recordándola hoy.

Estaba a kilómetros de mi hogar, sola y en calma, y me sentía tan feliz conmigo misma , con mis pensamientos, con mi soledad. Creo que hace varios años no me lo hubiera imaginado, creo que tampoco era el momento.

Muchas veces tenemos miedo de estar solos con nuestros propios pensamientos,  sentimos que no podemos, que tenemos que llenar a como de lugar ese vacío,  ese tiempo muerto. Ahora la tecnología juega un gran papel en  esto, antes teníamos mas tiempos muertos, en el tráfico, en la parada del autobús. Ahora paramos paramos pegad@s al celular como si al no verlo nos fuéramos a perder de algo o como si en el fuéramos a encontrar respuestas, cuando ellas solo las podemos encontrar en nuestro interior. No nos damos cuenta que solo estamos tratando de escapar de nosotros mismos. #afrontacaballero

Mucha gente teme viajar sola, por mil razones, aunque los entendidos indican que la principal  es que temen estar solos con ellos mismos, con sus dudas, pensamientos, temores. Porque es ahí cuando están solos fuera de su zona de confort, en un lugar a miles de kilómetros de casa y alejados de todo y de todos , donde sienten que tienen que afrontar la vida en soledad, donde se despiertan muchos de sus demonios, donde no hay excusas ni escapes.  Ven esto con miedo cuando en realidad es una gran oportunidad, el “momento perfecto”, porque ese silencio nos da la gran  oportunidad de conectarnos con el ser más valioso “nosotros” .

Es ahí donde podemos enfrentar nuestros miedos, donde podemos pensar sin interrupciones,  donde podemos tomar decisiones sin presiones. Donde podemos encontrar esa  paz a veces tan necesaria para recuperar el equilibrio.

“El silencio y la soledad aumentan nuestra confianza, nuestro auto conocimiento y nuestra independencia. Nos ayudan a pensar y resolver problemas con nuestros propios recursos además aumenta nuestra autoestima”

Como dicen en la vida a veces es preciso “perderse”, aunque sea solo una vez para poder encontrarse o como lo digo yo para amistarse y re encontrarse con uno mismo.