Una historia de ranas fantasmas que se meten con chicos buenos

2017-12-08-18-53-19-675

Mi querida soñadora,

Te cuento que este sapo también ha sido victima de lo que luego supe podría llamarse el Ghosting. Andaba aburrido del Tinder (Lo confieso). Así que esta historia empieza como han de imaginar de una forma bastante inusual. Es la historia de un hombre buscando algún tipo de contacto, lo mas parecido a una escena de película de Meg Ryan que a una de las 50 sombras de Grey  (si un chico común buscando romance y no solo simplemente sexo) Lo se, algo extraño pero lo mas extraño es que lo encontré para después perderlo.

Juro que no tenia nada que hacer ese jueves, así que ir a la exposición de un amigo que inauguraba esa noche en Miraflores me pareció lo único divertido por hacer, era eso o pasar otra noche de Netflix comiendo pizza . Que haríamos los solteros sin Netflix y sin la pizza en delivery?, alguna vez se lo han preguntado?, así que esa noche bastante sosa al parecer me tendría una (o varias) sorpresas esperándome.

Llegue un poco tarde, salude a mi amigo que no veía hace meses, eché un vistazo rápidamente a los cuadros y me puse en una esquina a darle al vino tinto que esa noche acompañaba a los que habían llegado solos como yo, mi idea inicial era no quedarme mas de 15 minutos en la exposición y de ahí volver a la calidez de mi madriguera, eran los últimos días de julio y aun hacía un frío terrible que no daban ganas de hacer nada, hasta que sucede lo que pasa cuando debe suceder.

Levante la mirada, y me cruzo con una chica linda de lentes y ojos brillantes como las buenas ideas en malos momentos, me sonríe, le sonrío, y ya sabía (felizmente) que estaba condenado a conocerla si o si, no iba a dejarla escapar por nada del mundo, había ensayado mi estrategia de acercamiento y presentación si es que la chica de repente se iba: salir volando por la puerta y decirle, «hola, soy Andres, 41 años y tengo ganas de saber de ti». pero para alivio mío ella no se iba ni yo tampoco quería hacerlo hasta saber como se llamaba la miope mas linda de todo miraflores, a los 30 minutos de sonreírnos como dos idiotas el uno al otro decido dejar de verme como un stalker y me acerco. es mas bonita cerca, tiene una nariz larga y puntiaguda y es sueca. viva suecia, viva por siempre.

La invite a ir a un bar después de que la galería cerrara, para esto nos habíamos quedado en una esquina de la galería, la misma esquina donde nos encontramos los dos por cerca de una hora conociéndonos rápidamente: soltera, arquitecta, llegada a lima hacía solo dos semanas, amante del café y fanática de las salchipapas, por extraño que suene esto. la puerta se cierra y la fanática de las salchipapas y yo enrumbamos a un bar mientras que yo solo podía pensar: «será que aun las cosas pueden pasar como en las películas?», será que ya me tocaba un día de absoluta suerte?, a riesgo de ser aguafiestas les adelanto que NO #lacrudaverdad. El destino lamentablemente es mal guionista para algunos como yo, o tal vez para todos, y sobre todo en el amor.

En el bar supe mas de su vida, su familia y sus historias. le conté las mías y toda la noche nos reímos de todo. Generalmente como el buen ansioso que soy ando con los sensores listos para detectar el advenimiento de la mala suerte y el posterior corazón roto, pero esa noche con ella no los sentí, para nada. Me sentía cómodo y relajado con ella. en el fondo suena un tema de Fito Paez, pienso: «que cosa mas precisa!», y como si leyera mi mente ella dice: «como me gusta Fito Paez!». sonrío, y me lleno de plenitud y de ganas de que todo, absolutamente todo me salga bien. Porque nadie puede y nadie debe vivir, vivir sin amor. La noche llega a su fin, me pide que la acompañe a su casa, en la puerta nos despedimos, nos abrazamos cálidamente como quien encuentra algo valioso y me dice «en mi país son dos besos, 3 si me caes muy bien y 4 si quiero que te quedes», me río pero pienso: «te doy 45 si quieres». me da 3. me voy contento a casa.

Al día siguiente la suerte me seguía, me llama un amigo, «tengo dos entradas para Fito, las quieres», claro que si! le respondí. sólo faltaba una hora para que empiece el concierto, me alisto rápido y la llamo:

-Hola Marianne, soy Andres de anoche, que crees?, tengo entradas para Fito Paez, quieres ir?
-Si. me alisto y voy para alla, nos vemos!, respondió ella

Ni una tonelada de patas de conejo, 3 jacuzzis de agua de ruda y todos los chamanes de Piura hubieran podido darme mas suerte, empieza el concierto y el amor importado de Suecia llega cuando ya habían pasado 3 canciones, nos sonreimos, la tomo de la cintura (no sé que me pasó, un exceso de emoción creo) y buscamos nuestros asientos, cantamos juntos, y yo siento que todo esta saliendo bien, creo que todo esta saliendo bien, yo creo y con eso basta. canción tras canción me acerco mas a ella, ella se acerca a mi, entiendo aun sin haber estado nunca allí como deben oler los bosques suecos y me siento en casa, ella se voltea, nos quedamos viéndonos a los ojos, nos besamos, nos reímos, nos besamos de nuevo, sus lentes contra mi nariz, que bien se sienten, la abrazo, acaricia mi mano, que no acabe el día, solo eso pido.

Los días posteriores continuaron parecidos a esa noche, dos semanas en que todo ocurre entre las calles de miraflores, los bares de barranco, ¿será que ya me tocaba estar con novia?, al parecer 4 años de soltería estaban a punto de terminarse, todo hacia indicar que sí, una etapa de mi vida estaba por morir y yo estaba feliz de ser parte de ese sepelio. Hablábamos del color de pelo de nuestros hijos, de sus nombres, de qué le gusta del Perú, de que me gustaba de ella. Noches de pizza, netflix y sexo, mucho sexo #filin, sexo con dormida en cucharita y desayuno con un: «buen día lindo, que comemos?» al amanecer. jamás pensé que alguien venido de un lugar tan gélido podía generar tanto calor. así es la física y la química.

Pero todo cambiaría, las galaxias dejarían de alinearse a mi favor, ascendente en mercurio, la casa géminis no la pasará bien, a la tercera semana, a los casi 21 días juntos decido ocultar un poco la emoción, ya saben, hacerme el fuerte porque eso de ser intenso ahuyenta a la gente, pero no puedo, hacerme el duro jamas me ha salido bien, esta vez decido poner todas las cartas sobre la mesa, para bien o para mal. Salimos un lunes a escuchar música, mas besos, mas bares. en una de esas noches escucharía algo que en ese momento no preste atención pero que debí hacerlo, pues era una señal de lo que pronto ocurriría, me dice: «en mis 30 años no he tenido nunca novio, cuando siento algo generalmente huyo, no se porqué», en ese momento les juro que pensé que ese no seria yo, eso no me pasaría, se quedaría conmigo, pensé que la suerte de los primeros días me iba a acompañar. esa agua no habré de beber.

Pero…

Lunes: Quieres salir?, lo siento estoy un poco cansada.
Martes: Que tal tu día?, muy fuerte, solo quiero llegar a casa y dormir.
Miércoles: silencio administrativo. #dignidad
Jueves: Oye quiero verte!, lo siento, tengo planes.
Viernes: esta semana no nos hemos visto no?. No, será la próxima seguro.
Sábado: Silencio.
Domingo: silencio.
Lunes: silencio.
Martes: silencio.
….Desapareció.

Así me entere por google que había sido víctima del ghosting o el fenómeno por el cual una historia perfecta ni siquiera se transforma en pesadilla, ni siquiera es como una película buena con un final malo, es mas bien como una película que se queda en pausa repentina y que no continua, como un dvd pirata malo que se cuelga, no sigue, se estanca, se congela. no hay mas señales, no hay mas salidas, no hay mas canciones, no hay mas bares. hay respuestas, pero frías, diplomáticas, cargadas con un «no molestes» tácito, difícil de digerir. difícil de tragar. es hora de bailar una canción triste en esto que parecía una fiesta. algo llegó a su fin, y no hay caso.

Y que hace uno en esos casos? pues volver al cuadrado número uno, tomarlo con calma, la que se pueda obtener de dentro de uno y avanzar, no hay otra, aunque en afán masoquista uno comienza a hilar fino y ahí encuentres que siempre hubieron escondidas señales pequeñas que debieron ser mejor leídas; esa mano que no se dejaba estar, ese beso frío, esa charla plana, esas ganas de desaparecer. esas señales andaban flotando en el aire pero uno que andaba volando alto jamás las vió, o no las quizo ver. todas las fichas de vuelta al día uno. o al día menos uno, 24 horas antes de que los bosques de suecia me comenzaran a interesar y conocer a Adriana, afortunadamente fui sabio y me concentré en el hecho que mi corazón dejó de ser un complejo sistema de diástoles y sístoles para ser algo que emanaba ondas gigantes de sentimientos gigantes también, y pues no fue mi culpa, pero la verdad es que no hay culpas en esta historia, simplemente sucede que el otro es incapaz de afrontar lo que no quiere/puede/deber querer en ese momento o en algún otro momento proveniente de ti o cualquier otro ser humano, es como encontrar un millón de dólares en un país donde nadie los conoce ni los necesita, es ser millonario de una moneda que nadie acepta. simplemente lleva esa fortuna a otro banco o país, que siempre habrá alguien que la acepte y que la valore como nada en este mundo.

Anonimo

Nota: Gracias a nuestro querido soñador que si bien no quiso dar a conocer su nombre públicamente con su versión masculina de como se vive el ghosting nos hace entender que si bien los sapos son mayormente los que aplican el mismo, las ranas pueden hacerlo de igual o quizá de una mas dolorosa forma.

 

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