Hace un par de años cuando aún trabajaba en el corporativo en una gran transnacional, me sentía feliz, aunque siempre bromeamos que no tenía vida y era casi literal. Ingresaba muy temprano,  salía bien entrada la noche e inclusive trabajaba fines de semana en casa o visitando puntos de venta. No lo veía mal amaba lo que hacía y le poníamos pasión (dejemos a un lado que si bien era mamá, estaba soltera y no tenía muy claras mis prioridades).

En una de esas largas jornadas de refrigerio haciendo mandalas con las compañeras de trabajo hoy muchas de ellas buenas amigas, bromeamos y soñabamos con lo que haríamos cuando ya no estuviéramos ahí y que haríamos con todo el tiempo libre que supuestamente tendríamos. Surgieron muchas ideas desde pintar, convertirse en instructora de yoga, solo gozar la vida,  viajar , las más jóvenes soñaban con casarse y tener una familia a la par de un trabajo que les diera un poco más de tiempo libre, otras poner una empresa y ser su propia jefa. En mi caso debo confesar me veía haciendo algo similar pero para otra gran empresa con un cargo mayor, más responsabilidades y viajando por el  mundo #workaholicdetected , que les puedo decir me apasionaba lo que hacía y  si bien ya escribía, otros eran mis sueños.

Como siempre digo la vida es lo que pasa mientras vamos haciendo planes, me movieron la alfombrita, me sacaron de mi zona de confort y como lo describí en un artículo anterior me replantee muchísimas cosas, entre ellas lógico mis prioridades y ver de recolocarme inmediatamente, cabe resaltar que mi ánimo no era el mejor , si bien ya había visto desfilar a varios amigos durante más de un año que duró la reestructuración, me había quedado sin empleo justo la semana de mi cumple, Pero déjenme decirles  que lo tome de la mejor manera, si a eso se le puede llamar a chapar un bus y largarse en busca de sol, arena y mar al norte de nuestro país, mandando al cacho todo y a todos.  #LaPlayaLoCuraTodo

Bueno por suerte esa historia termino bien. Debo decirles que me llegaron  no una sino mas de un par de propuestas y  para mi regreso ya tenía otro trabajo, mi recolocación fue casi inmediata como una constante podría decir en los últimos años. Creo que eso decía algo de mi trabajo,  algo habría hecho bien.

No fue hasta el año pasado que me aventure a dejarlo todo, emprender y dedicarle todo ese esfuerzo y tiempo a algo propio. Si, era un poco arriesgado no lo voy a negar pero si no era hoy cuando, así que sin pensarlo dos veces con mucho que perder y sin saber a ciencia cierta que ganar, me aventure a emprender. Ya lo había hecho anteriormente, ¿Qué sería diferente esta vez? Bueno puedo decirles que los años, la experiencia, las ganas de que funcione y la necesidad de que así sea.

Y aquí heme de loca soñadora, madre y ahora emprendedora.

Cuando la gente me pregunta en que estoy ahora les cuento que estoy En todo y nada a la vez,  con mil proyectos y negocios y mucho por hacer, sacando el partido al tiempo.

Otras solo no entro en detalles y bromeo con “ Hasta hace poco decían desempleada ahora se dice entrepeneur” (No me van a decir que no estuvo bueno). Otras simplemente sin dar mayor información salgo con el REINVENTANDOME , con tal es cierto en estos ya casi 8 meses me he replanteado muchas cosas, he revisado más de 10 oportunidades de negocio, he dedicado tiempo a mi agencia, a la meditación a reencontrarme, a sanar para poder ayudar a sanar a otros #coachingmode, volviendo a las aulas, estudiando, descubriendo a nuevos buenos amigos y dejando otros en el camino, me he vuelto más resilente de lo que ya he sido,  he priorizado todo lo que ha venido llegando a mí y finalmente creo haber encontrado mi propósito con dos proyectos maravillosos uno que me llena el alma y el otro que augura ser un buen negocio.