¿Alguien más está pensando que en estos tiempos es más fácil encontrar un unicornio rosa que alguien dispuesto a comprometerse emocionalmente?
¡En serio, a todos los que crecimos bajo el hechizo de Disney (y somos varias las generaciones engañadas), jamás se nos pasó por la cabeza si la Princesa sería feliz sin un Príncipe. Mucho menos nos pusimos a pensar si realmente encontraría a su príncipe azul, y menos aún a cuestionarnos si el mismo estaría emocionalmente disponible. Con tal el príncipe y el felices por siempre llegaban siempre juntos, por añadidura.
#PinchesCuentos! Con el tiempo nos dimos cuenta que no somos princesas, aunque nos lo creamos y que los príncipes azules no existen, que las mujeres somos muy felices también SOLAS y que no necesitamos que ningún pseudo príncipe o galán de novela venga a rescatarnos en un caballo blanco. Que lo podemos TODO o casi todo, que andar besando sapos no tiene ningún sentido, salvo que quieras pegarte una herpes o algo peor. Y no solo eso, para rematarla en esta era moderna descubrimos que los índices demográficos al menos en Latinoamérica, no nos colaboran (escasez hermana, le llaman) .
En estos tiempos algunas personas parecen querer relaciones tan rápidas y efímeras como el swipe en una App, pero cuando se trata de compromisos, todos actúan como un dispositivo sin WIFI. La irresponsabilidad afectiva en estos días se ha vuelto tan común como los memes de internet. (ojo tanto en hombres, como en mujeres. No discrimina)
En serio, esta era digital nos tiene a todos dando vueltas, tratando de comprender por qué es tan complicado encontrar a alguien que esté disponible emocionalmente, alguien con quien conectar, y que luego no despierte de su letargo cual gato asustado, para desaparecer sin dar explicaciones, como un soldado que abandona el campo de batalla (#GHOSTINGALAVISTA).
Parece que la desconexión emocional se ha convertido en todo un arte en esta era. Entre el «ghosting», love bombing, «breadcrumbing», «orbiting», y muchos más que podríamos quedarnos aprendiendo aquí hasta mañana, la variedad de formas en las que la gente puede desvincularse es tan amplia como las opciones en un buffet. ¿Quién diría que navegar por las relaciones modernas sería como aprender un nuevo diccionario emocional? (También viene…)
En fin, que les puedo decir, el egoísmo y el miedo parece reinar, no le encuentro otra explicación. Ahora es más común recibir packs no requeridos, mensajes casi automáticos de buenos días o buenas noches de alguien que sabes jamás te los dará en vivo, promesas de encuentros que probablemente no sucederán, , likes y visualizaciones de stories ( OJO! Que, aunque no lo creas, no significan nada más que probablemente aburrimiento). A que recibas un muy claro mensaje con un ME GUSTAS quiero verte, Te recojo el viernes a las 8 para cenar, estate lista bombón. (jajaja ojo si hay casos de hombres con personalidad y que resuelven pero cada vez son más escasos, las encuestas me respaldan).
Porque cuando alguien quiere contigo se nota y si no quiere se nota aún más, (aunque hay excepciones uno que otro u otra más lentos que pedo de culebra, que te puedo decir, con ganas pero sin ánimos, aunque no te emociones! Esos son pocos los casos. Porque como diría mi abuela, muy sabia ella «EL QUE QUIERE , QUIERE»
Y no es que estemos por el mundo desesperados por encontrar pareja; al menos, hace mucho tiempo dejó de ser mi caso. No sé en el caso de los demás, pero hablo por mí y creo que, después de muchas charlas, también por algunos de mis amig@s. #NosRendimos
Pero algo si les digo, con lo complicado que resulta conectar en estos tiempos, yo creo que si encuentras a alguien con quien te llevas bien, disfrutan juntos, comparten valores e intereses, hay química, buena comunicación, y la onda va en ambos lados ¿por qué desperdiciar la oportunidad? ¿Por qué, no intentarlo? Digo yo ( o como diría mi sabia abuela, el que no intenta, no gana). Nadie está diciendo que quieras comprometerte de por vida; simplemente, pasar tiempo juntos y ver hacia dónde evoluciona la relación creo que es un buen comienzo, ¿no creen? (ojo siempre siendo sinceros y hablando, si lo que quieren es solo acompañarse en su soledad y ambos están de acuerdo, tampoco hay problema pero OJO! no vale jugar a la casita y emocionar a la otra persona, cuando en realidad solo quieres pasar el rato)
En este Diario, tratamos de encontrar respuestas a tanta irresponsabilidad afectiva, pero déjenme decirles que tampoco las hallé, el comportamiento humano es tan complejo, que han hecho que las relaciones en esta era se parezcan más a una comedia romántica de los años 90, con menos finales felices y más confusión existencial. Aquí, los cuentos de hadas se comparan con las relaciones modernas con tanto sarcasmo que hasta Cenicienta se echaría a reír.
¿Sabes qué? A pesar de todo este caos, siempre hay luz al final del túnel. Cada desaparición misteriosa, cada encuentro raro, cada personaje nos enseña algo valioso. Nos lleva a entender mejor lo que queremos y, más importante aún, lo que definitivamente NO queremos en una relación.
Así que si me preguntan ¿A dónde se fue el amor?
La verdad no sabría decirte, puede estar detrás de todos esos miedos, por ahí de vacaciones al otro lado del mundo, pensando también si te encontrará. Quizá esté a la vuelta de la esquina o más cerca de lo que esperas, esperando le des la oportunidad.
Quizás el amor que necesitas encontrar primero no es el que esperas, sino uno más grande e incondicional, el Amor propio. Deja de buscar y quizá lo encuentres, después de haber trabajado en ti, cuando hayas sanado las heridas, cuando entiendas que el amor no se mendiga, cuando hayas aprendido amarte con todas sus letras, cuando dejes de buscar afuera lo que tienes que encontrar primero adentro, lo habrás entendido todo y estoy segura que no preguntaras donde se fue, sino que lo vivirás plenamente sola o en compañía de ese alguien especial, de aquel que llegue a sumar.