
Hace un par de años cuando aún trabajaba en el corporativo en una gran transnacional, me sentía feliz, aunque siempre bromeamos que no tenía vida y era casi literal. Ingresaba muy temprano, salía bien entrada la noche e inclusive trabajaba fines de semana en casa o visitando puntos de venta. No lo veía mal amaba lo que hacía y le poníamos pasión (dejemos a un lado que si bien era mamá, estaba soltera y no tenía muy claras mis prioridades).

Para muchos la ley de la atracción, es un invento de nosotros los Marketeros para vender libros, para otros una simple moda, para algunos pocos un estilo de vida y para los grandes escépticos una tontera más que las redes, editoriales u otros nos vienen a vender.