Por lo general cuando nos vemos atropelladas por el amor, jamás nos detenemos a pensar si esa persona se convertirá en el hombre de nuestros sueños o el protagonista de nuestra peor pesadilla, solo nos dedicamos a disfrutar el instante y vivir el romance. Las señales (excepto las de tráfico) y el sexto sentido (salvo que sea el título de una película), no tienen cabida. Seguir leyendo «Príncipe de ensueño o el Dragón de tu peor pesadilla.»