
Quien me diría que escribir la segunda parte de este artículo, me tomaría mas de dos años. Llámese por falta de inspiración, tiempo o quizá la rutina me atrapo en esa vorágine donde la escritura no tuvo cabida.
Tengo que reconocer también que tuve que ser víctima de un sapo fugitivo para despertar así de mi letargo literario y poder escribir la 2da parte de este artículo.
Pues así como lo escuchan, en casa de herrero cuchillo de palo, al igual que los doctores no están exentos de contraer alguna rara enfermedad, esta loca soñadora no pudo evitar caer en manos de un sapo fugitivo y debo reconocer no es el único que se ha cruzado en mi largo camino y debo reconocer también que alguna vez yo quizá pude haber sido una rana escurridiza, disfrazada de novia fugitiva.
Esta historia comienza irónicamente al final de la misma,. Conocí a quien llamaremos “Mi sapo fugitivo” a finales de verano y la relación fluyo a distancia, hasta que llego el tan ansiado y esperado día del encuentro. Nos vimos por primera vez y los sentimientos seguían creciendo, esta relación parecía mucho más madura, tranquila, menos intensa, iba lento aunque no tanto debo reconocer pero seguro, al menos así parecía. Hasta podría atreverme a asegurar que en algún momento la formalidad empezó a inquietar mis genes y activar mi instinto de supervivencia, pero lo tomamos con calma, como una falsa alarma, dejamos los miedos de lado y seguimos construyendo y viviendo el momento.
Pero al parecer lo mismo no le pasó a nuestro querido parejo, según luego a medias confesara. Sí, así como lo escuchan y les confirmamos hoy, los sapos fugitivos regresan a la escena del crimen tarde o temprano y el mío no podía ser la excepción, volvió mediante un escueto mensaje como si nada hubiera pasado.
No entraré mucho en detalles porque esta soñadora al igual que muchos caballeros no tiene memoria solo diré a su favor que él jamás se pintó como el príncipe azul del cuento siempre nos dejo literalmente en claro, que era un sapo en espera del beso de su anhelada princesa.
Además debo reconocer lejos de analizarlo que hasta este episodio fue todo un caballero de noble armadura, en ocasiones pareciera mas enamorado que yo, aunque uno nunca sabe creo su naturaleza de sapo fugitivo o de hombre de carne y hueso con mas temores que virtudes, pareciera haberle ganado.
Así creo, ya que como describen muchos psicólogos en su mayoría el Sapo fugitivo, es un hombre aparentemente seguro pero temeroso de experimentar esa necesidad por alguien. Si siente que la relación va rápido o simplemente él se siente enamorado y demasiado involucrado con una mujer, entra en pánico y se distancia o escapa.
Por eso si te has topado con un sapo fugitivo y en su huida te ha arrastrado cual temporal de emociones, tranquila. Debes tener claro que:
1.- No eres ni la primera ni serás la última, sino pregúntale a nuestro amigo Google y veras que literatura hay al respecto como para empapelar la transoceánica.
2.- No pierdas tiempo torturándote con mil preguntas sin respuesta, porque el único que te las puede dar es él y quizá ni el mismo las tenga.
3. Ten en claro que tú no tienes la culpa, obvio si se despidió diciéndote te amo princesa hablamos mañana y de ahí desaparece cual soldado en acción, sin dar ninguna explicación, el del problema es él.
Desaparecer sin mayor motivo en ningún caso está justificado, creo que la comunicación es lo más importante además de existir una cosa llamada respeto y otra más grande valentía. Somos adultos y aunque no nos guste lidiar con el drama de una ruptura o confesar que tenemos miedo, o simplemente decir que no nos sentimos cómodos, que nos equivocamos y/o que tenemos sentimientos hacia otra persona, lo mínimo que podemos hacer es hablar con la que hasta a hace poco nombrábamos la princesa de nuestra relación y decirle como nos sentimos, sino te dan las agallas existen los teléfonos y también si el miedo te enmudeció existe una cosa llamada WhatsApp o correo. A estas alturas de la vida no hay ninguna excusa para desaparecer sin dar razones y sin dejar huella.
Lo mismo se lo deje claro a mi sapo en cuestión y como diría una buena amiga “Hicimos Patria”, tengo por seguro que se la pensará antes de volver a repetir el mismo ritual, alguna princesa por el mundo algún día me lo agradecerá.
Hoy vamos a dejar atrás a los sapos Yamaha, Valentinos, tecnológicos y otros de los cuales habláramos en anteriores artículos. Hoy hablaremos de los sapos que dieron origen a toda esta estirpe.
A los que los estudiosos llaman El Sapo ambivalente o lo que podríamos llamar el Master Jedi de esta especie, el Sapo Fugitivo Supremo.
Este espécimen es capaz de estar un mes o más tiempo en dulce campaña para que aceptes salir con él, merodea, insiste, llama, hasta podría enviar flores. Es decir se porta como el caballero galante, hará lo posible y hasta lo imposible para conseguir a su presa. (Llámese a ti mi querida princesa).
Pero no emociones antes de tiempo. El batracio en estudio es encantador , interesante y hasta puede tener una rica conversa y ser muy inteligente, pero se trata de un sapo poco maduro e infantil y con una inteligencia emocional digna del cerebro de un elefante, es decir un pequeño maní y encima hueco.
Es un hombre temeroso de experimentar necesidad por alguien y se distancia si se siente demasiado dependiente o involucrado en la relación, también podría hacerlo si esta no llena sus expectativas, cosa que obvio no tendría nada de malo. Pero como ya lo dijimos su inmadurez hace que desaparezca del mapa con el mismo tino que un elefante atraviesa un campo de margaritas sin mirar atrás. Lo cual no es política ni emocionalmente correcto.
En el peor de los casos, puede solo desaparecer y aparecer cual ilusionista sin siquiera pestañear, puede volverte loca con sus cambios repentinos, hacerte sentir rechazada por momentos y preguntarte una y mil veces, que estás haciendo mal? En verdad quieres que te lo diga. «Está clarísimo, estas con la persona inadecuada».
Mi querida princesa déjame decirte que este espécimen aparte sufre del síndrome Peter Pan, no ha madurado ni lo hará nunca, no cambiará y tu mucho menos podrás cambiarlo. Así que como sabes Madre Teresa de Calcuta solo hubo una y si lo que pretendes es cual pinky y cerebro conquistar el mundo, te sugiero busques personas que realmente necesiten tu ayuda y donde tú puedas aportar cambiando en algo sus vidas, te sentirás mucho mejor contigo misma.
Aunque si lo que buscas es inyectar a tu vida una dosis adrenalínica de confusión y caos este es el bicho correcto, pues con él nunca sabrás que esperar, hoy está bien y mañana quizá ni este, puede amarte y después obviarte.
Piénsalo bien, párate frente a un espejo, es lo que quieres en realidad? Uhm no lo creo, así que como siempre digo huye y ponte a resguardo antes que termines mas enredada que ponerle la chompa a un pulpo y puedas salir herida.
Bibliografia:
Bitacora personal- Verónica Amadori y amigas
No le llames – Rhonda Findling
YO PASE POR EL SAPO AMBIVALENTE HACE VARIOS AÑOS…. LUEGO A LOS MESES APARECIO PIDIENDO PERDON… NO ERES TU SOY YO ………….. CSM!!!
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Asi pasa mi querida soñadora, no eres la primera y como puedes ver tampoco la última.
Estos individuos desaparecen por arte de encanto ya sea por que no les interesas, por miedo a lo que estan sintiendo y por otros factores quesa veces ni ellos mismos conocen.
Pero luego la vida creo que les enseña, la nostalgia o la conciencia los hace regresar y dar explicaciones, eso es un hecho comprobado. Siempre vuelven !
Aunque para esa epoca ya te diste cuenta qie no valen la pena.
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