Como su nombre bien lo dice  “Llámese el sapo que por más que se vaya siempre vuelve”. Conocido también como el eterno y recurrente “Ex”.

Si aquel que inspirará a Julio Iglesias y su famoso tema “tropecé 2 veces con la misma piedra” Tenemos claro que esa relación no puede ser, pero ahí estamos nuevamente invirtiéndole tiempo y ganas.Si bien al igual que los sapos fugitivos estos sapos siempre se van sin que los boten y por lo general regresan sin que los llamen. El Sapo Bumerán es un sapo diferente, este es especial. Al  parecer no aprende la lección o está más  confundido que cuy en tómbola, porque siempre vuelve a la escena del crimen y  no una sino muchas veces, no sé si esperando lo atrapen o solo por el simple placer de sentir esa adrenalina.

Para ponérselas más clara les diré que los Sapos Bumerán son como una gripe, aparecen de repente, te llevan a la cama por 3 días y luego desaparecen por meses.

Así es mi querida soñadora, y como te imaginaras,  lo hacen porque nosotras se lo permitimos. No hay crimen sin cuerpo, no es cierto?

Pero aunque no lo creas, te entendemos. Una cosa es  decir que no volverías con él, después de haber llorado tantas veces su partida. Otra cosa es decirles a tus amigos que esa historia no tenía futuro y otra muy distinta tenerlo cual encantador de serpientes frente a ti en plena campaña como un viejo político astuto y zorro, dispuesto a lavarte el cerebro y tratar de borrar toda huella negativa  o vestigio de su mágica desaparición.

Este espécimen por lo general tiene un GPS sentimental y siempre se le ocurre volver cuando estás sola o acabas de romper con tú ultimo galán, como si lo olfateará se aparece cual Apolo moderno revolviendo todos los recuerdos y lo que es peor aun revoloteándote  todos los  sentimientos y ni digo las hormonas, es ahí donde caes y terminas dándole una enésima oportunidad aunque sabes que es tu peor Error.

Pero no te preocupes, Todo tiene un tiempo de caducidad y este tipo de relaciones no es la excepción, te lo puede asegurar. Puede que hoy estés suspirando por los rincones por él o te enfermes con sus desapariciones, pero  mañana puede ser que tú misma te aburras de esa situación y una vez que decidas cerrar esa puerta, cuando tu sapo regrese no contestes sus llamadas,   rehúyas a las citas o simplemente (aunque suene mal) lo uses como él lo hizo contigo, con tal estas sola que puedes perder. Si tocan a tu puerta cual regalo con moñito incluido no vas a decir que no, jaja como diría mi madre es de muy mala educación. Además a caballo regalado no se le mira el diente y en algunas ocasiones (ojo no en todas. solo en algunas de necesidad. Ustedes comprenderán) es mejor sapo conocido que loco por conocer.

En esta vida el tiempo lo cura todo y todo da vueltas, recuerden al bendito Karma!

Hay  muchas historias por ahí y quizá a más de una amiga tuya puede haberle pasado.

Si no me creen, les contare mi historia….

Si bien existen muchos de estos especímenes en esta fábula de la vida, para efectos de este artículo, solo me referiré al mío, con tal entre ellos existen tantas coincidencias que con solo mencionar a uno creo que es suficiente, además este era especial (Todos tenemos uno y no me dejarán mentir).

Mi relación con el que más que Sapo Bumerán era para ese entonces mi “Prince Charming” o  mi Príncipe encantador, como el de los cuentos (de la historia de Shrek pero cuento  al fin y al cabo) y lo digo literalmente misma melena, mismo ego, de echo los que lo conocen pueden dar fe de ello al menos físicamente era asombroso el parecido.

Más que sapo, era mi príncipe encantador honorario, con el cual tenía tanta química, física anatomía y hasta biología, que estas páginas no alcanzarían para describirlo y hasta censurarlas tendría.

Recuerdo la primera vez que lo vi, fue cuando en un descanso habitual en mi oficina, llego a mis manos el ejemplar de una revista y ahí estaba él engalanando la  portada, lucia tan sexy,  varonil y tierno a la vez que no dude en soltar un “esta como me lo receto el doctor” no puedo negarlo. (Aunque admitirlo haga que al leer estas líneas mi sapo en mención no pueda ni el mismo con su ego). Pero era la verdad derretía a cualquiera y las féminas e inclusive los varones de mi oficina lo confirmaran.

Después de ver sus fotos detenidamente y por ahí leer algunas líneas de la entrevista, estaba casi convencida de que con ese porte y tan amoroso que se le veía con su vástago,  de hecho tenía una Reina o Princesa consorte que lo acompañara, aunque de ella esas páginas no hablaran.

Grande fue mi sorpresa cuando semanas después me llegara una invitación de una conocida red social cuya cara me era particularmente conocida, obvio al principio no lo reconocí y luego no salía de mi asombro por tal magna coincidencia. Ahora entienden porque digo  que nuestra historia parecía sacada de las páginas de una revista o del libro “El Secreto”. Siempre dicen pide y se te concederá, pero nunca había sido tan efectivo.

Aunque en esos textos deberían advertir con una notita o pie de página y con letras grandes “TEN CUIDADO CON LO QUE PIDAS”

Para hacerles la historia más corta, salimos y desde el primer momento que nos vimos la química fluyo por ambas partes (aunque no me jacte de ello), no podíamos dejar de estar abrazados, agarrados de la mano, permanentemente en contacto era una cosa increíble, tanto que hasta la persona con la que nos juntamos en nuestra primera cita creía que lo nuestro ya llevaba tiempo. Obviamente nosotros ni siquiera para ese momento nos habíamos besado pero al parecer la química eran demasiado evidente y ambos solo sonreímos sin decir nada.

Todo fluía muy bien, si bien no teníamos una relación seria la cosa iba fluyendo; Hasta que un par de meses después a mi sapo Bumerán, hasta ese entonces solo mi príncipe encantador se le ocurrió ir en compra de cigarrillos y no volví a saber de él hasta pasado algún tiempo, llámense meses. (BTW una compra bastante larga no creen?).

Obvio re apareció con un Hola Reina seguido de un amor que haces? A ver quién le explica a esta clase de especímenes que obvio si no saben de ti en meses no eres ni serás su Reina y mucho menos la palabra “amor” corazón” o cualquier otra  valga. No pueden reaparecer como si nada hubiera pasado. En fin!

Recuerdo que si bien hablábamos esporádicamente nunca llegamos a concretar un encuentro, pero ahí estábamos comunicándonos por chat (si mantener una comunicación se le puede llamar a dos chats cada año ja ja). Pero eso sí siempre estábamos presentes en fechas especiales como día del padre, madre, cumpleaños y fiestas de guardar con algún escueto mensaje.

Recuerdo claramente que una navidad dos años después de desaparecer y solo haber intercambiado un par de mensajes por año, recibí un mensaje suyo deseándome lindas fiestas y preguntándome si estaba en casa, que me asomará a la ventana, lo hice y oh sorpresa! Ahí estaba él al lado de su brioso corcel, bueno está bien,  al lado de su automóvil con los brazos abiertos, cual príncipe esperando a que bajará.

Como ya lo han de haber intuido cual princesa moderna y a falta de la cabellera de Rapunzel baje de mi torre.   No me culpen,  debo decir en mi defensa que las fiestas me ponen sentimental, culpen al efecto navidad. (Ademas nosotros nunca acabamos mal nuestra amistad, solo eramos itinerantes por decir algo). La cosa es que  baje y parecíamos dos personajes sacados de una película, yo volaba por los aires en sus brazos, nos abrazamos, hablamos agarrados de la mano (no debo decirles que la química y física estaban ahí juzgándonos a ambos en contra). Así que acto seguido lo invite a subir a casa, obvio ahí estábamos haciéndoles la noche a mis vecinos y tenía al guachimán (léase seguridad del barrio) de ferviente espectador.

Antes que echen a volar su imaginación, debo decirles que mis retoñas estaban en casa y solo nos comportamos como dos adolescentes enamorados (claro está que no lo estábamos).  Pasamos unas horas sentados en el sofá,  abrazados, haciéndonos piojito, nos besamos, permanecimos casi en silencio,  solo nos repetíamos lo increíble que a pesar del tiempo estuviéramos así como si nos hubiésemos dejado de ver ayer.

Como digo la química fluía y la piel que teníamos era una cosa de locos, como en algún momento  años después nuevamente él admitiera, pero en ese momento y en todos los posteriores esto no le basto al galán en mención y así como aparecía se desaparecía.  Esa ocasión no fue la excepción.

A mediados del año pasado y luego de bastantes silencios, parejas y amores de por medio nos volvimos a ver por razones según el estrictamente laborales, habían pasado un par de años si mas no recuerdo desde la última vez que nos vimos. Yo fui decidida a que ese día no pasaría lo mismo de siempre, así que no hice más que llegar a su oficina y poner literalmente un escritorio de por medio y empezar con nuestras negociaciones. Salieron temas muy diversos hasta que no sé como luego de mirarme y mover la cabeza por muchos minutos, el individuo en cuestión se desvío del tema y sin anestesia me preguntó muy serio él.

-Me puedes decir si tenemos tanta química y a pesar de los años nos llevamos tan bien porque dejamos de salir juntos?

Me van a disculpar pero no pude evitar soltar una carcajada y le dije:

-No seas fresco,  dejamos es mucha gente… obvio le recordé el episodio de la comprada de cigarrillos y el a mí las navidades, pero de ahí seguimos con los que nos había convocado esa noche…Temas laborales.

Todo se mantenía en calma hasta que pare para despedirnos por más que debo reconocer la química no era tan potente como antes ahí estaba, como dicen donde hubo fuego cenizas quedan y está siempre fue una hoguera.

Pero debo reconocer que esta fue la primera vez que me retire no caminando sobre algodones ni esperando me llamará al día siguiente, aunque quedamos en hacerlo pues me necesitaba (Si, así como lo escuchan ese sapo escurridizo) necesitaba de mi ayuda.

Creo que después de verlo esa vez esa adicción o podemos llamar hoguera se fue apagando, él llamo varias veces después pero yo solo conteste un par de llamadas no porque no quisiera hacerlo aunque valgan verdades ya no me emocionaban, sino porque aún no le tenía respuestas.

Pasaron los meses y en Navidad al igual que lo hice con otros muchos amig@s le deje un mensaje saludándolo, la verdad esta vez no esperaba ninguna respuesta. Había decidido después de algunas rupturas lecciones y tiempo de por medio, cerrar todas las puertas al pasado y empezar mi 2016 de cero. (Claro está que esto lo incluía)

No debo decirles que para mí fue una sorpresa, él respondió inmediatamente con las mismas frases y cariño de siempre, él viajaba a los pocos días, yo también lo haría y decidimos vernos; Pasar el último día juntos y así lo hicimos yo lo tome como una despedida, si bien no hubieron tantos fuegos artificiales como antes, lo sentí diferente, aunque valgan verdades pensé que eran ideas mias.

Él viajo yo también lo hice, ninguno de los dos contacto al otro. Yo ese tiempo lo dedique a estar conmigo misma a escribir para ustedes, me reencontré, me llene de paz y como les había adelantado llegue a casa renovada y convencida de haber dejado todo atrás.

Pero como dicen «La vida es lo que va sucediendo mientras vamos haciendo planes» y aunque no lo esperaba mi querido Sapo Bumerán regreso y renovado con tiernos mensajes, fotos del viaje, estaba diferente, debo reconocer que yo también (lo tomaba más fríamente), parecía por momentos se habían intercambiado los papeles. Después de varias semanas llamando cuando dijo que lo haría, disculpándose cuando no lo lograba y dejándome  un mensaje con besos incluidos luego de una maravillosa cena, despidiéndose de su reina a la que dijo llamaría al día siguiente, no lo hizo.  Como ya deben de haber intuido, yo tampoco lo busque esta vez lo deje ir.

Porque como deben de haber resumido de estas líneas a pesar de todo yo le tenía y  tengo bastante cariño, si bien nunca fue totalmente sincero nunca le intereso ir un paso adelante en esta relación, su actitud era bastante facilista y claro está yo no se la había hecho difícil valgan verdades. Estaba Claro que esto nunca iba a funcionar, esta vez yo estaba muy  segura de que esto no era lo que quería para mí. Tod@s merecemos una relación de ida y vuelta, una en la que no solo se sienta atractiva y deseada, sino segura y valorad@, una en la que apoyes y te sientas apoyad@, en la que sientas que te escuchen como uno lo haría y esto no iba por ese camino, fue especial mientras duró pero uno de los dos le tenía que ponerle un alto.

Yo lo intente varias veces pero cada vez que lo tenía enfrente sobraban las excusas, hasta que al final de nuestro último encuentro, de haberlo aconsejado desinteresadamente y su posterior mensaje con un buenos días amor hablamos mañana para luego desaparecer por un par de semanas, asumí que esto no nos llevaría a nada, preferí quedarme con el buen recuerdo y cerrar por fin esa historia que duró casi 6 años, no les puedo asegurar que pase luego. Por ahora yo no le he vuelto a escribir y mucho menos llamar, no tiene sentido seguir en este eterno espiral de emociones y la verdad ambos merecemos otra cosa. Ahora me la paso dedicada a escribir y a salir  con buenos amigos o con los que realmente hagan merito por tener un lugar en mi vida, de él solo les puedo decir que sigue soltero.

Mis queridas soñadoras “Figurita repetida no llena álbum, aunque se repita muchas veces la condenada, solo sirve para distraernos de nuestro objetivo”

Así que más les vale que esta vez le digan a su Sapo Bumerán  échate para un lado papito que como diría mi madre el que se queda en la puerta y no quiere entrar, estorba.

O simplemente usen su misma estrategia, como diría la abuela : Darle de la misma medicina y así nunca hayan fumado un cigarro en su vida vayan en busca de ellos sin mirar atrás.

Recuerda que  “Si alguien quiere ser parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella. No pierdas el tiempo guardando espacio para quien no hará el esfuerzo por quedarse”