El tiempo se pasó volando y la Navidad ya está a la vuelta de la esquina. Las calles se han llenado de árboles con luces, villancicos y todo el espíritu navideño. Como era de esperar y como diría la canción: Santa Claus, el Viejito Pascuero, Papá Noel, Saint Nicholas o como quieran llamarlo, llegó a la ciudad y con él, muchos sentimientos a flor de piel.
Siempre escuché que la Navidad para muchos era triste, nostálgica, aunque yo nunca la había sentido así. Para mí, la Navidad siempre había sido alegre, llena de luces, villancicos, juguetes y sorpresas.
No es un secreto para los que me conocen lo mucho que disfrutaba estas fiestas. Desde octubre, los atormentaba con mis cánticos, haciendo mis listas y tintineando cual campanita (no en vano me gané el apelativo de Tinker). He sido desde el manager de Santa #SantasLover hasta duende cuando alguno ha fallado. Aunque este año debo reconocer que las cosas cambiaron. No es que me haya vuelto un GRINCH ni mucho menos, pero la tristeza me atrapó sin ningún motivo aparente.
Comencé a buscar respuestas tan variadas como que ya no hay niños y la Navidad me ponía feliz comprando juguetes y escuchando sus risas, hasta ideas tan racionales como que ya bordeo los 50 y que quizá la madre naturaleza, por no llamarle mis hormonas, ya había empezado a jugarme una mala pasada. (Teoría más que descartada por mi doctor de cabecera, aunque mi cuerpo pareciera no creerle).
Tenía mucho por lo que agradecer esta Navidad. Decidimos, en vez de seguir buscando respuestas, ponerle remedio a esta situación. Pusimos manos a la obra e iniciamos nuestra noble tarea: regresar a misa, armar el árbol de Navidad, emprender el tradicional viaje de fin de año en busca de energía extra y poner mi granito de arena, esta vez algo tarde, recolectando juguetes para una asociación. Todo iba bien hasta que se me ocurrió pasar el fin de semana, según Yo, con una inofensiva maratón de películas navideñas. No sé si fue porque la mayoría de ellas eran románticas o qué, ¡pero les aseguro que lo más cerca que estuve del tan ansiado espíritu navideño fue terminar luciendo como Rodolfo el reno después de un rave! Con los ojos inyectados, la nariz roja y a un paso de la deshidratación. ¡Créanme, no exagero!
Buscando un poco de información en la red, pude comprobar que lo que me ocurría, si bien para mí era bastante extraño, es más común de lo que creía. Mucha gente se deprime en Navidad por diversos motivos: desde la soledad y la añoranza de tiempos mejores, el recuerdo de Navidades pasadas y las odiosas comparaciones, hasta la ausencia física de algún familiar. Uno que otro caso como el mío, es decir, sin tener la más pinche idea del porqué.
Otros, si bien no se deprimen, se convierten en verdaderos GRINCHS y lo reconocen. No los entiendo, pero igual los respeto. Todos hemos vivido la Navidad de manera diferente. Quizá de pequeños, las suyas no han sido las mejores, o puede ser también porque les estresa todo el tema de los regalos, las reuniones familiares y, ¿qué decir del tráfico? O simple y llanamente no les gusta la Navidad.
Por mi lado, este año le daré licencia al duende que habitaba en mí y viviré la Navidad sin prisas y con calma, agradeciendo, como siempre lo hacemos, por todo lo que tenemos y por los que nos rodean. La pasaré tranquila en familia y de una forma diferente. Este año decidí que los regalos sean más emocionales que materiales. Al menos las indicaciones para los míos así fueron: este año pedí cosas especiales como cartas de mis hijas, el sofá de la abuela y una orquídea, todos para acompañarme este nuevo año en mi habitación, aquella que me cobija todas las noches y en la que la inspiración me acerca a ustedes.
Desde pequeña aprendí que en estas fiestas lo más lindo es compartir y es por ello que quiero compartir esta lista de tips para no dejar que la nostalgia, el estrés y toda esa vorágine de sentimientos los tomen por sorpresa. Durante muchos años he seguido por lo menos 3 de estos consejos y me ha ido muy bien. Así que, si no logro sacarles una sonrisa, espero por lo menos contribuir y cambiar un poco su óptica y actitud frente a estas fiestas:

-Cambia tus expectativas: No esperes que la Navidad o el Año Nuevo te hagan feliz. Simplemente recibe estas fechas sin esperar grandes acontecimientos. Vívelas como unas fiestas más. Recuerda que ser feliz no depende de una celebración, sino de ti y de cómo enfrentes la vida.
-Evita el estrés: Si compras regalos, hazlo con anticipación y con una lista pensando en qué le gustaría a cada persona e imagínate su cara al recibirlo. Hacerlo con amor puede ayudar a evitar el estrés. Trata de evitar el tráfico y las aglomeraciones de gente. Aprovecha y disfruta ese tiempo en ti, engríete, camina, lee, ve al cine, realiza algún deporte o lo que más te guste. No todo es Navidad.
-Piensa en otros: Las personas que la pasan mejor en Navidad se enfocan en otros, no en ellas mismas. Puedes hacer obras de caridad. Si piensas en el bien que puedes hacer a otros y lo agradable que será dibujar sonrisas en los que más lo necesitan, verás que no hay mejor terapia que ayudar y compartir. También puedes tener víveres o juguetes en el auto y entregárselos a las personas que encuentres solas en el camino. Invita a un amigo que no tiene familia con quién pasarlo. Esa es la magia de la Navidad y lo mejor que puedes hacer, no solo en esta fecha especial sino en cualquier otra. La idea es hacer feliz a alguien, hacerlo sentir querido y llenarte de toda esa buena energía.
-Enfócate en lo positivo y agradece por lo que tienes, sea poco o mucho, y por quienes te rodean.
–No compares estas fiestas con las de años anteriores. Concéntrate en el futuro y en las posibilidades que te traerá el nuevo año.
-Cero problemas en la mesa (esto incluye el celular): Si te toca pasarlo con un familiar conflictivo o con el que tienes un asunto por resolver, evita el enfrentamiento. Recuerda solo lo bueno que te unió en algún momento a esa persona. Si esa persona intenta molestarte o tocar el tema, simplemente di cortante «Hablemos luego, este no es el momento» y pégate a los niños o a alguien con quien te lleves super bien. No te hagas mala onda, nada ni nadie puede afectarte si tú no lo permites. #KeepWalking

Y lo principal, no te estreses por este día, solo disfrútalo como venga. Trata de pasarlo como quieras, no como o esperan otros que lo hagas.
Recuerda tù puedes hacer de esta fecha o cualquier otra una fecha especial.
Feliz Navidad! Merry Christmas! Jojeux Noel!
Me encantó Verito!! Q bonito escribes!! Me convertir él en tu fan… Me gustó todo los dices y seguiré tus tips.. Felíz Navidad Verito para tí y para tus muñecas.!!!
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Gracias Fiore, tus palabras nos alientan a seguir en esta loca aventura.
Besitos y felices fiestas!
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